Guía a tus hijas/os a más y mejores amistades

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Los vínculos de amistad que niñas y niños  forman a partir de la infancia son piezas indispensables en su desarrollo emocional. A través de estos, ellas/ellos aprenden a resolver problemas interpersonales, a ser empáticos, conocen modelos de diferentes tipos de conducta, aprenden valores morales y normas de los roles de género y, además, practican roles adultos. (Papalia, 2012).

A medida que crecen y se alejan de la influencia de sus padres, las/os amigas/os brindan una sensación de seguridad, apoyo y acompañamiento, con ellas/os aprenden a explorar y conocer el mundo, y reafirman su autoconcepto. Es solo en compañía de sus pares que niñas y niños aprenden y practican el intercambio social. (UNICEF, 2018).

Por ello es necesario que motives, apoyes y, sobre todo, les acompañes en sus relaciones interpersonales para guiarlas/os a crear amistades basadas en el buen trato y la intimidad emocional, relaciones que sumen a su desarrollo de manera positiva.

Crear más y mejores amistades.

Para guiar a tus hijas/os a tener más y mejores amistades deberás iniciar desde ti, desde el trato que tú les brindas, pues será así como aprendan a tratar a sus pares y a ser tratados.

  1. Da educación basada en el buentrato: es decir, aquella donde promuevas la confianza en sí mismas/os, donde las hagas  sentir valiosas/os y en la que fortalezcan su autoestima.  Así  comprenderán que son dignas/os de recibir y dar buentrato.
  2. Ofréceles un buen modelo a seguir: niñas y niños desarrollan parte considerable de sus habilidades emocionales a través de la observación y la imitación. Si te observan relacionándote adecuadamente, seguirán tu ejemplo. También si lo haces de forma inadecuada.
  3. Ayúdales a tener autocontrol: es la habilidad de decir “NO” a algo que puede gustarle pero que traerá malas consecuencias. Para ello permíteles expresar sus emociones de bienestar y de malestar dando alternativas de cómo pueden reaccionar ante ellas, por ejemplo, cuando muestran enojo enséñales que pueden expresarlo rompiendo una hoja o rayándola, sin lastimarse a sí misma/o o a los demás. Al mismo tiempo señala las consecuencias, buenas o malas de sus diferentes conductas. De esta forma, al relacionarse con sus pares, tendrán control de sí mismos, de lo que quieren y no quieren hacer.
  4. Enseña a poner límites: los límites son una demostración de amor y responsabilidad. Enseña a tus hijas e hijos lo que está bien y lo que está mal, muestra el sentido de las reglas, así las seguirán porque las entienden y no por miedo. De acuerdo con su etapa de desarrollo apóyales para que empiecen a tomar sus propias decisiones y  asumir las consecuencias de estas. Resalta la importancia de respetar sus propios límites y los de otras personas.
  5. Motiva la creación de amistades: conoce a sus amigas/os; permite que los elijan; respeta el espacio que la amistad ocupa en la vida de tus hijas/os, no trates de controlar todo, ayúdales a negociar, compartir y respetar.

Acompañar y guiar a tus hijas e hijos hacia más y mejores amistades es un proceso continuo, en el que debemos tener presente que la amistad, desde la infancia, consiste en igualdad, intimidad y aprendizaje; y para que surja, tiene que producirse una convivencia, un intercambio de vivencias y emociones, siempre sobre la base del buentrato.

 

Aura Gabriela Solis Velázquez.

 

Fuentes Consultadas:

- Papalia, D. Duskin, R. y Martorell, G. (2012). El desarrollo humano. McGraw Hill.

- Bilbao, A. (2015). El cerebro del niño explicado a los padres. Plataforma Editorial.

- Barudy. J. y Dantagnan, M. (2010). Los desafíos invisibles de ser madre o padre. Gedisa.

- UNICEF Argentina. (2018). Crecer juntos. Consultado en: https://www.unicef.org/argentina/media/4611/file/Crecer%20Juntos.pdf

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